El Pergamino: Un recorrido por su origen y fabricación
Ya hemos visto la historia del papiro, un material de origen vegetal, que sirvió de soporte para plasmar mediante la escritura, diversos conocimientos. Ahora nos toca conocer al Pergamino o papel pergamino.
Papel pergamino
El pergamino es un material creado con pieles de animales como la cabra, ovejas o becerros, que sirvió en la antigüedad para plasmar la escritura sobre él. El pergamino tuvo su origen aproximadamente mil años después de la aparición del papiro, aunque para entonces tenía baja calidad y era realmente bastante tosco.
Por tal razón, el papiro durante un largo tiempo siguió teniendo alta popularidad. Pero luego fue decayendo su uso debido a la debilidad que presentaba al almacenarse en lugares con humedad. Es que debía estar en lugares completamente secos, de lo contrario, su estructura se desintegraba rápidamente. Otro de los problemas que surgieron tenía que ver con el cultivo de la planta del papiro. Esta planta acuática solo podía ser cultivada en el río Nilo y en algunos de los ríos de Sudán. Así que cualquier otro territorio que utilizara el papiro debía importar la materia prima. Uniéndose estas causas, más la explotación continuada de la planta, surgió de forma agravada una gran escasez de papiro en la época antigua. Así que el uso del pergamino tuvo un gran auge.
«El pergamino es un material que resulta de la preparación, estiramiento y secado de la piel de animales. En este proceso se le eliminan los pelos y cualquier residuo al pellejo del animal, y luego se procedía a su secado en una temperatura ambiente…»
¿Cómo se originó el pergamino?
Como ya vimos, los problemas que surgieron con el papiro, se resolvieron con el uso del pergamino. Y sobre su uso se tienen pruebas arqueológicas en Egipto, algunos cueros preparados para escribir sobre ellos, con origen en el 2500 a.C. Pero, la real popularidad del pergamino con una producción completamente organizada se sitúa en el siglo III a.C., gracias a la invención de fabricantes de origen griego en la ciudad de Pérgamo, ubicada en la zona actual de Turquía.
Las técnicas de fabricación del pergamino lograron evolucionar notablemente bajo el mandato del rey Eumenes I ó II. Sin duda alguna, esto representó para los países del mediterráneo una gran libertad para la escritura, pues dejaron de depender de la importación del papiro que se hacia desde Alejandría. Y por supuesto, la biblioteca de Pérgamo sufrió una gran expansión, tanto, que pudo convertirse en rival de la extensa y famosa biblioteca de Alejandría a que contenía un inmensa y sorprendente cantidad de pairos en rollos.
Proceso de fabricación del Pergamino
El pergamino es un material que resulta de la preparación, estiramiento y secado de la piel de animales. En este proceso se le eliminan los pelos y cualquier residuo al pellejo del animal, y luego se procedía a su secado en una temperatura ambiente, pero dispuesta de forma tal que estuviera tensada dentro de un marco hecho de madera.
Proceso de tratamiento
Para iniciar el proceso de fabricación del pergamino, y tras el proceso del desollado, la piel del animal se ponía en total remojo dentro de agua durante un lapso aproximado de un día. En este remojo se eliminaba la sangre y cualquier suciedad que tuviera la piel. Luego, para eliminar el vello se utilizaba un licor fabricado por medio de fermentaciones de materia vegetal, como por ejemplo la cerveza. A través del tiempo se le fueron añadiendo ingredientes al proceso para eliminar el vello, y durante la Edad Media, al baño se le añadía cierta cantidad de cal como acelerador de dicho proceso.
En cubas de piedra o madera eran realizados los baños de las pieles, y están se removían por medio de palos largos de madera. Así se evitaba a los trabajadores el contacto con la mezcla alcalina, que, de dos a tres veces durante el día, removían las pieles dentro de la cuba, para garantizar que la mezcla penetrara uniformemente en cada piel.
Proceso de estiramiento
Luego del remojo al que se someten las pieles, cada una es estirada mediante una especie de bastidor. Se trataba de un marco con múltiples clavos dispuestos de tal forma que las pieles se sujetaban y estiraban. Como la piel se dejaba al descubierto por los dos lados, este proceso de estiramiento se aprovechaba para rasparla con un cuchillo en forma de media luna.