Los Lápices de colores. ¿Cómo surgieron?

El Lápiz de color es un lápiz especial. Posee, como casi todos, un cuerpo de madera, pero su mina no es de grafito, normalmente es de cera con pigmentos de un color en específico. Además, se le incorporan ciertos aditivos y algunos aglutinantes. También conseguimos el lápiz de color fabricado con aceite, algunos son solubles en el agua, y hasta en formato de portaminas.  

En esta nueva entrega sobre la historia de los instrumentos de escritura, decidimos hacer un recorrido en el tiempo, para descubrir el origen y el inventor del lápiz de color. También te presentamos la clasificación de estos lápices especiales y finalmente se damos un rápido paseo guiado por su proceso de elaboración.  

El origen del Lápiz de Color

Exactamente cómo se originó, en la antigüedad, el primer lápiz de color, no se tiene real certeza. Pero, si sabemos que el lápiz de color tendría cierto origen en los crayones y ceras utilizadas en la era antigua como métodos de escritura.

Por ejemplo, se sabe que en la antigua Grecia se utilizaban para escribir, ciertos instrumentos semejantes a las ceras de la actualidad. Con respecto a esto, Plinio el Viejo llegó a registrar en sus escritos, el empleo de ceras de diversos colores por los romanos.

Ya en la historia cercana, fue a partir del siglo XIX que surgieron los primeros lápices con minas de color envueltos en madera. Su uso principal esa el de marcar y comprobar.

Invención del lápiz de Color

En la Alemania de 1834, la empresa Staedtler fue la que inventó y fabricó el primer lápiz al óleo.  El propietario de esta compañía fue Johann Sebastian Staedtler. Ya en el siglo XX, se inició la elaboración de los lápices de color dirigidos a actividades artísticas, siendo los primeros producidos exactamente en el año 1924 pot Caran dÁche y Faber-Castell.  Catorce años después, la marca Berol inicia la producción de su amplia gama de estos lápices.

Entre el final de los 30 e iniciando los años 40, diversas marcas iniciaron también su producción de lápices de color. Marcas como Progresso, Blick Studio, Lyra Rembrandt y Derwent fueron pioneras en la producción de estos lápices.

Con especto al lápiz de color que es soluble en el agua o lápiz acuarela, se sigue desconociendo su inventor.

Existe diversidad de lápices de colores

Actualmente, existen diversos lápices de color. Y la preferencia por uno u otro, dependerá del uso que necesitemos darle.

• Lápices de colores dirigidos a artistas. Estos lápices, si los comparamos con los utilizados por los estudiantes, nos damos cuenta que contienen una alta concentración y alta calidad de los pigmentos de color. Otra de sus características específicas, es la solidez que posee ante la luz. Pues, el pigmento conservará la apariencia de su color original aún siendo expuesto ante los rayos UV provenientes del Sol. También posee alta durabilidad en su núcleo y una mayor resistencia ante el agua.
• Lápices de color dirigidos a los estudiantes. Estos lápices poseen una calidad bastante inferior que los dirigidos al artista. Y no solo se trata de pigmentos de menor calidad, también poseen menor resistencia a los rayos UV. Estos lápices no poseen un código que indique su tono dentro de las diversas gamas de colores. Pero son instrumentos con un pigmento fácil de borrar. Son realmente adecuados para principiantes.

También, existen otros tipos de lápices de color especializados, con usos más puntuales. Veamos cuáles son:

• Lápiz de acuarela. Estos son los lápices de color que son soluble en el agua. Básicamente se comportan como las acuarelas, como una especie de pinceles húmedos. Aunque, en seco también se utilizan, exactamente como los lápices normales de colores. Si los usamos como con la punta humedecida, pueden mezclase y hasta degradarse los colores, cual acuarelas.
• Lápiz-Pastel. Es la versión en lápiz de la famosa pintura pastel. Muy apreciada por los artistas, ya que, al estar en lápiz, la pintura posee más rigidez y la posibilidad de contar con una afilada punta, ayudando a incluir elementos precisos en la obra de arte.
• Portaminas de color. En este caso, el color lo posee la minas de recambio, para utilizarse en los tradicionales portaminas. La gama de colores  de estas minas, es bastante reducida, pero, aún se siguen fabricando.

Proceso de fabricación de un lápiz de color

El proceso de creación de un lápiz de color, es semejante a la elaboración de un tradicional lápiz con grafito.

1. El Primer paso es crear la mina que será el núcleo del instrumento. La composición de la mina puede variar dependiendo del tipo de lápiz, la marca o modelo. De igual forma, l mezcla del pigmento con otros ingredientes producirá una mina en forma de barra. Para esto se utiliza un equipo de extrusión. La barra, bastante esbelta, se cortará en trozos con longitudes idénticas.
2. Luego debe fabricarse la envoltura del lápiz, siendo la de madera (cedro) la más tradicional. Esta madera es tallada en varillas, con sección hexagonal. Puede ser tratada con ciertos materiales para anular la posibilidad del astillado. La varilla es seccionada longitudinalmente en mitades iguales, y cada parte le es tallada un canal en el centro.
3. En el canal tallado se posiciona la mina con pigmentos de color. Luego se aplica cola a la madera y se unen las dos mitades, formando nuevamente una varilla con sección hexagonal. Este sería el paso final para un lápiz perfectamente funcional. Pero, normalmente, las empresas trabajan exteriormente el lápiz para darle un mejor acabado.
4. Como acabado, se le suele aplicar al lápiz, una especie de lacado donde se incluye el color semejante al color del núcleo. De esta forma se identificaría el tono del lápiz de color con solo mirarlo. También se incluye el serigrafiado, casi siempre en relieve, en el que le imprime al lápiz, su marca, el número y hasta nombre del color.
5. Para finalizar el proceso de producción, el lápiz es pasado por la máquina denominada amoladora de banda. Aquí los lápices giran completamente sobre sus ejes, produciéndose una punta pulida y afilada.

Algunas técnicas para dibujar con lápices de colores

• La técnica del blanqueado: En esta, el lápiz de color blanco se aplica sobre otros colores, con la finalidad de suavizar, resaltar o difuminar ciertas zonas.
• La técnica tonal: Es la técnica que más se conoce. Consisten a aplicar sucesivamente múltiples capas de colores, iniciando desde los más claros hasta los más intensos.
• La técnica del borrado: Luego de colorear el área, se elimina el área de interés con la goma de borrar. Ayuda a dar luz al dibujo.
• La técnica del Rayado: Aquí se superponen y cruzan líneas de colores para crear un determinado matiz o mezcla. El área en el que exista mayor confluencia de las líneas, será el área de gran intensidad.