La Pluma como herramienta de escritura: Historia y preparación
En la antigüedad, la pluma fue un instrumento para escribir, y provenía de un ave grande, preferiblemente de su ala. Esta pluma era especialmente preparada para que, con la tinta, pudiera plasmar trazos de escritura sobre la superficie deseada. Luego de la preparación, el raquis o su canal central acumula la tinta que irá fluyendo hacia la punta de la pluma, por efecto capilar. De forma tradicional se realizaban de múltiples aves grandes, pero las plumas que posee el ganso, el pavo o el cisne, son las que se consideran de mejor calidad para la escritura.
Antes de la llegada de la pluma como instrumento para la escritura, se utilizaban los estiletes para la escritura sobre tablillas, primero de arcilla y luego de cera. Pero la arcilla resultó muy pesada y bastante quebradiza, y el proceso que conllevaba era difícil, puesto que luego de escribir, había que hornearlas. Por otro lado, la escritura sobre la cera no perduraba, pues ésta no tenía resistencia al calor.
Luego del estilete, se pasó a utilizar el cálamo o las denominadas plumas de caña. Era básicamente un trozo de caña hueco con una preparada, y que usaba la tinta para plasmar los trazos de la escritura. Pero el cálamo era altamente rígido, además que se desgastaba con mucha prontitud. Así que, surgió la pluma de ave como instrumento para la escritura.
«Para utilizar una pluma de ave como instrumento de escritura, debe ser previamente preparada. No sirve si solo tomas la pluma, y la mojas en tinta para escribir. Pues, puede ser que algo logres trazar, pero te aseguramos que no funcionará de manera óptima. Debe ser sometida a un proceso de preparación. «
Pero… ¿Cómo se originó la pluma?
Con exactitud, se desconoce el momento en el que apareció la primera pluma como herramienta de la escritura. Pero se tiene evidencia que algunos fragmentos de los Manuscritos del Mar Muerto, se escriieron con pluma, y esto fue durante el siglo II a.C. También se sabe que, en los escritos de San Isidro de Sevilla del siglo VII, se hace mención a las plumas. Y según las investigaciones, éstas se expandieron como instrumento popular para la escritura por su facilidad de uso frente al cálamo.
Las plumas también llegaron a utilizar como especie de pincel fino en la ilustración de los manuscritos decorados con figuras o imágenes. Su popularidad se acrecentó al llegar el siglo XV, coincidiendo con la expansión de la escritura en el mundo de occidente.
Podemos asegurar, que la pluma de ave sirvió para escribir las novelas y documentos con mayor importancia en la historia de la humanidad. Y su uso decayó solo a la llegada de los plumines, sobre todo cuando se crearon masificadamente durante el siglo XIX. Aunque existen casos puntuales en los que aún se usan.
Su evolución
La pluma de ave dejó de ser popular cuando se crearon los plumines. Es que, prácticamente, las plumas carecieron de sentido, pues los plumines tenían mayor durabilidad y fiabilidad. Poseían, además, una mayor capacidad de almacenamiento de tinta. La punta del plumín era creada en base a las puntas de las más antiguas herramientas, pero no necesitaba alguna habilidad del artesano para que fuera tallada, y sin contar que con el tiempo se volvían más versátiles.
Aunado a todo esto, ya no se disponían de plumas de aves para fabricarlas. Y sin embargo, se conoce que resultó muy común colocar el plumín de meta a las plumas de las aves. Con el tiempo el plumín también fue relegado, esta vez por la aparición de la pluma estilográfica. Que es una especie de pluma bastante avanzada que posee un sistema de carga propia y alimentación por la acción capilar. Así se evitó el uso del tintero para almacenar la tinta.
Preparación de una pluma de Ave para la escritura
Para utilizar una pluma de ave como instrumento de escritura, debe ser previamente preparada. No sirve si solo tomas la pluma, y la mojas en tinta para escribir. Pues, puede ser que algo logres trazar, pero te aseguramos que no funcionará de manera óptima. Debe ser sometida a un proceso de preparación.
Para la preparación de la pluma de ave existen diversidad de procedimiento. En primer lugar deben seleccionarse plumas de gran tamaño, dándole preferencia a las de cisne, pavo y ganso. Aunque si no se tienen a la mano, también puede utilizar las plumas del halcón, del búho, del cuervo o del águila. Lo importante del método que se elija es que endurezca e raquis o el canal central de la pluma. Varios de estos procedimientos utilizan las cenizas calientes para ablandar el raquis.
Luego, con el cortaplumas, la pluma se aplana contra una dura superficie y se redondea con nuestros dedos. Algunos de los métodos, usan para esto la arena o agua caliente. Lo importante es curar la pluma otorgándole mayor flexibilidad. Al finalizar el curado, se procede a eliminar su punta utilizando para ello un pequeño cuchillo o el cortaplumas.