La Plumilla. Su origen y evolución

La Plumilla. Su origen y evolución

Ya hemos realizado un recorrido por la historia a través de los instrumentos de escritura que ha utilizado la humanidad. Paseamos por el Estilete, por la pluma de caña o cálamo… por la pluma de ave. Pero, ahora llegamos a la época de «la Plumilla» como herramienta para escribir.

La Plumilla o Pluma, es una herramienta estructurada en dos partes. La punta y el mango. La punta es de metal y se denomina plumín. Mientras que el mango se denomina palillero o portaplumas, y sirve para colocar el plumín.

Y… ¿Cómo se utiliza la plumilla? Bueno, es simple. Sumergimos el plumín dentro del tintero para que se impregne de tinta. Y gracias al diseño que posee la punta de la plumilla, la tinta fluirá lentamente mientras escribimos.

Debido a su buen desempeño y larga duración, las Plumillas lograron convertirse en el instrumento con mayor popularidad. Pero, durante la antigüedad, fabricar una plumilla era un proceso muy complejo. Así que, después de la Revolución Industrial, fue que se convirtió en un instrumento común y bastante accesible.

Al principio, los plumines se construían de cobre. Hoy en día se fabrican de acero, y en su centro llevan una ranura desde el orifico de la ventilación hasta la hoja de papel. Y funciona básicamente por efecto de la acción capilar y la gravedad. Por otro lado, tenemos que los primeros portaplumas se elaboraban de hueso o madera. Pero con el pasar del tiempo, evolucionaron y se comenzó el uso de portaplumas de vidrio, metal y hasta plástico.

«… el uso de estas plumas, no necesitaba que el usuario tuviera habilidades especiales para cortar su punta. Y tampoco perdían el tiempo en ese corte.»

¿Cuál fue el origen de las Plumillas?

En realidad, no se tiene fecha exacta del origen de los plumines. Pero, sí se sabe que el Antiguo Egipto ya se utilizaban los plumines realizados en metal. Y muestra de ello, se consiguió en las ruinas de Pompeya. Pues, una de las puntas en cobre procedentes del año 79, fue hallada allí. Claro, mantenían un diseño y calidad bastante bajo, y no competían con el instrumento llamado cálamo o las plumas que le siguieron: de caña o de ave.

Un nuevo invento

En el 1792, el periódico “The Times” anunció en sus páginas un novedoso invento. La pluma de metal. Pero fue en el 1803, que se patentó el diseño de la punta metálica para la escritura, aunque, realmente, no tuvo ningún uso. Luego, Bryan Donkin en el 1811, intentó vender la patente del proceso de fabricación de la plumilla metálica, aunque no tuvo éxito. Al llegar el año 1822, dicha patente se venció y aprovechando el momento, John Mitchell de Birminghan inició el negocio de la fabricación en serie de plumillas. Y, a pesar de todo, fue a partir de este instante que la popularidad de la plumilla de metal logró alcanzar el vuelo.

Realmente el diseño se erigía sobre las demás. Era superior que las diversas plumas que se habían utilizado hasta ese momento como instrumento de la escritura, a través de los siglos.

Entre sus características se encontraba la gran durabilidad. Como se fabricaban en serie, todas las plumillas eran iguales. Así que los usuarios no debían acostumbrarse al nuevo peso o forma cuando adquirían una nueva plumilla. Otra de los grandes puntos a su favor, era que el uso de estas plumas, no necesitaba que el usuario tuviera habilidades especiales para cortar su punta. Y tampoco perdían el tiempo en ese corte.

PLumilla

La Plumilla evolucionó

Así es, las plumas de metal fueron evolucionando con el tiempo. Y desarrollaron múltiples características con lo que se acoplaban diferentes usos. Y en poco tiempo, debido al éxito de la plumilla, varios fabricantes de Birmingham decidieron crearlas también. El mercado creció, teniendo para el año 1860 unos 1000 fabricantes.

En el 1842, Heintze & Blanckertz inició la fabricación de plumillas en Alemania. La llegar a los 1850, casi el 50% de las plumillas eran creadas en Birmingham. Aunque para España, las plumillas de marcas como Boira, Campoamor, Goya, Imsa, Verabil, A.Fabre, Cervantinas, Daimar  o Jaer, se hicieron  muy populares.

La facilidad que representaba su proceso de fabricación, aunado al bajo coste, hicieron de la plumilla una herramienta indispensable en la educación en todo el mundo. Solo se vio su declive en el 1920, cuando nació la estilográfica. Quedando relegada a la utilización en la caligrafía como artesanía.

Existen diversos tipos de Plumillas

En el mundo existen múltiples tipos de Plumillas, las cuales difieren en formas y grosores. Todo depende del uso y la clase de escritura que se desee realizar.

Plumilla de punta fina

Es la Plumilla especial si se desea realizar alguna escritura de dimensiones pequeñas y muy calara. Las líneas serán bastantes delgadas, y los trazos no se apelotonan. Con ellas puede escribir sobre cualquier tipo de clase de papel.

Realmente son plumillas muy versátiles, tanto que, si le ejercemos cierta presión, en la punta se separarán los gavilanes, con el objeto de plasmar trazos de mayor grosor. Posee gran precisión, así que son ideales para el dibujo tanto técnico como entintado.

Pumilla de punta ancha

Estos plumines poseen mayor rigidez que los anteriores. Y son especiales para las personas que posean la escritura con grandes tamaños. También debe utilizase para las escrituras que son rápidas. Por ejemplo, como una firma. Posee, también una enorme suavidad y es gracias al flujo mayor de tienta en su punta.

Plumillas oblicua

La plumilla oblicua se utiliza para la caligrafía inglesa, y, muy especialmente para escribir letras cursivas, es decir, con cierta inclinación. El diseño de esta plumilla, llama mucho la atención, pues su mango posee un brazo con cierto ángulo para la inserción del plumín.

Plumilla de vidrio

Es una plumilla creada totalmente de cristal. Estos Instrumentos eran fabricados en una sola pieza. Así que el portaplumas y el plumín era un solo cuerpo. Una de sus más curiosas características es que posee líneas espirales en la punta, por medio de las cuales la tinta fluye al escribir.

Las plumillas de vidrio son realmente funcionales, pero no posee la dureza tal como una pluma de metal. Por esto, no se considera un instrumento adecuado para principiantes o escrituras fuertes.  

plumillas de vidrio

Estructura del Plumín

El Plumín es considerado la parte con mayor importancia de la plumillas, así que a continuación les indicamos cada una de sus partes:

  1. El Cuerpo: Es el área que se mancha de tinta
  2. La Base o Cola: Es la zona por la que el plumín se sujeta del palillero
  3. Respiradero: Agujero Central, a partir del cual nace la hendidura. Sirve para el intercambio necesario entre aire y tinta, ayudando a que esta mantenga cierto control y no se derrame.
  4. La punta. Es la parte que tiene contacto con el papel al escribir. También se le denomina iridium, pues en la antigüedad la punta se fabricaba con iridio.  
  5. La hendidura: Es el canal por el que fluye la tinta hasta su destino: la punta.
  6. Los hombros: Son las esquinas donde se inicia la punta
  7. Los Gavilanes: Así se le denomina a los triángulos que crean la división de la punta. Son dos gavilanes.
Plumilla, Partes del plumín

Yolena