El bolígrafo, lapicero o lápiz tinta… Como prefieras llamarlo

El bolígrafo, lapicero o lápiz tinta… Como prefieras llamarlo

El bolígrafo es una herramienta para escribir, que según el país dónde nos encontremos, puede ser llamado de diversas formas. En algunos lo denominan esferográfica o lapicero, en otros lo llaman birome, lapicerito o lapicera. Incluso existen países donde se le dice pluma atómica o lápiz tinta. Y estas son solo algunos de los nombres que más se le conoce.

Tal como lo indica su nombre, el bolígrafo posee una bola en la punta. Y cuando la arrastramos sobre la superficie para escribir, ella gira de forma tal, que va dejando tinta proveniente del depósito que posee el lapicero. Este depósito se denomina “carga”. Dependiendo del grosor que queramos en el trazo, existen bolígrafos con diversos diámetros de la esfera.

Actualmente, el bolígrafo es la herramienta para la escritura, que posee mayos difusión en el mundo. Inclusive, podríamos decir, que el bolígrafo revolucionó la manera de escribir.

Pero, indaguemos un poco en la historia, y veamos quién fue el inventor del Bolígrafo.

Invención del Bolígrafo

Todo empezó cuando el curtidor John J. Loud quiso crear un instrumento con el que se pudiese escribir sobre el cuero. Así terminó creando el bolígrafo, invento que patentó en los Estados Unidos en el año 1888.

El primer bolígrafo que se fabricó, poseía una esfera de acero en la punta, colocada de tal forma que podía girar sobre sobre su propio eje, sin poder desplazarse ni desprenderse. Pero la invención era poco viable si hablamos en términos comerciales. Debido a esto el bolígrafo no se usó para la escritura y con el pasar del tiempo, caducó la patente.

Evolución y desarrollo del Bolígrafo

Es que verdad que es John J. Loud el creador de este instrumento, pero no es el creador del primer modelo de bolígrafo que fuese usable. Así que después de Loud, fueron muchos los que intentaron mejora el diseño original. El principal problema con él era que la tinta no salía uniformemente, se rebosaba y la punta se atascaba.

«Fue a mediado del año 1946, que el Bolígrafo se fabricó en territorio español.»

Entonces, en el siglo XX, Lázlo Biró, un editor del periódico húngaro, quiso crear un bolígrafo que pudiera secarse rápido y sin ningún tipo de manchas. En su trabajo se percató que la tinta con la que se imprimían los periódicos era rápida al secarse. Así que en conjunto con György, su hermano especialista en química, inició una serie de experimentos buscando un bolígrafo funcional.

En sus experimentos llegaron a combinar una tinta viscosa con un sistema de engarce para la esfera. Esto lograba que el bolígrafo no dejara secar la tinta en su depósito, y que a la vez dejase el trazo al escribir. Y fue así como en 1931, en la Feria Internacional de Budapest, presentaron el primer bolígrafo 100% funcional. Luego en el 1938, los hermanos Biró obtuvieron las patentes tanto en Gran Bretaña como en Francia.

Debido a su origen judío, los hemanos Biró con Juan Jorge Meyne, un gran amigo, decidieron huir a Argentina. Fue en ese país donde crearon la empresa Biró Pens, encargada de fabricar bolígrafos y venderlos en el país con el nombre de Birome. Aún en la actualidad, en Argentina sigue utilizándose esa palabra.

El bolígrafo también se fabricó en Gran Bretaña, por supuesto bajo autorización, y se denominó Biro. Aquí era altamente requerido por la tripulación de las Fuerzas Aéreas Británicas RAF, debido a que podían usarlo a gran altura. A diferencia de las plumas estilográficas, que a una gran altitud perdían la tinta.

Al pasar la Segunda Guerra Mundial, fueron muchos los que quisieron, aunque sin éxito, comercializar sus propios bolígrafos. Así tenemos que Milton Reynolds en el 1945, estando en Buenos Aires, conoció el exitoso bolígrafo. Y pues, cuando regresó de su viaje, ya en suelo norteamericano, se propuso a rediseñar el bolígrafo y lograr obtener la patente en Estados Unidos.

Y lo logró, lo llamó Reynolds Rocket y lo fabricó y comercializó en su empresa Reynolds International Pen Company. Fue el primero que obtuvo tanto éxito comercial, a parte de los hermanos Biró. Fue tanto el éxito del Reynolds Rocket, que en tan solo una semana, almacenes gigantes como el Gimbels en Nueva York, lograron la venta de miles de estos bolígrafos.

Muchos siguieron este camino, así que la empresa de portaminas Eversharp Co., decidió crear su bolígrafo y de inmediato inició su comercialización. En otras partes de mundo se hizo lo mismo. En Gran Bretaña, Miles Martín Pen Company creó también un bolígrafo de gran éxito en ventas. Pero entre tantas y tantas creaciones, el mercado empezó a saturarse, y en el 1950 la empresa de Reynold fue disuelta.

Pero, simultáneamente, la empresa Paper Mate inició su fabrica de bolígrafos con diseño propio. Estos se distribuían hacia Canada. Los nuevos diseño incluían novedosas fórmulas para las tintas.

También fue lanzado «The Jotter», por la empresa Parker Pens. Era un bolígrafo con una especie de esfera texturizada en su punta, creada de carburo de tungsteno. Fue una gran novedad, pues significaba menores costes. Poco a poco, los bolígrafos invadieron al mundo, aunque paralelamente para la empresa Eversharp Co resultó una mala época. Es que su división encargada de las plumas fue comprada por Parker Pens, y luego cerrada.

Bic, una de la marca de bolígrafos más vendida en el mundo fue creada por Marcel Bich en la década de los 50. Él logró licenciar el mismo modelo de bolígrafo de los hermanos Biró, e inició su comercialización. Ahora son uno de los más reconocidos.

Bolígrafo, lapicero, lápiz tinta

La llegada del Bolígrafo a España

Fue a mediado del año 1946, que el Bolígrafo se fabricó en territorio español. Esto no quita la posibilidad de que antes de este año, pudiese haber llegado el bolígrafo directo de Argentina.

En el 1944, el empresario Amadeo Árboles compró la compañía estilográfica naciona. Y dos años después inició la fabricación de las plumas de bola o plumas atómicas, que era el nombre con el que se denominaba al instrumento. Pero luego patentó la palabra «bolígrafo» para designar a tan útil instrumento de escritura. Con el tiempo, muchos fabricantes fueron adoptando el nombre y hasta la Real Academia Española RAE, reconoció la palabra bolígrafo para designar a la pluma atómica.

Bolígrafo, lapicero, lápiz tinta

Yolena