El origen del Bolígrafo espacial
Puede que hayas escuchado o leído una antigua leyenda sobre un bolígrafo que trabaja en la gravedad. Pero esta leyenda cuenta una falsa historia: la de cómo la inteligencia soviética pudo derrotar el imperio económico de Estados Unidos. Inclusive, explica que la NASA desembolsó hasta 1.000.000 de dólares para investigar y desarrollar un bolígrafo que trabajara en ambiente con gravedad cero. Mientras que el genio soviético utiliza el lápiz, que es de menor coste y perfecto para estas situaciones.
La leyenda es realmente falsa. Claro, como todas las leyendas, nace de un argumento real y verdadera. Y lo que es cierto, es que los bolígrafos y plumas necesitan el efecto de la gravedad para poder escribir perfectamente.
Pero acompáñanos para conocer cómo nació realmente el bolígrafo espacial, que puede ser utilizado en situaciones de gravedad cero.
¿Quién inventó el Bolígrafo Espacial?
Fue Paul C. Fisher quien diseñó e inventó el bolígrafo espacial. Lo creó especialmente para poder utilizarlo bajo el agua, en ambientes de gravedad cero y en cualquier posición, hasta bocarriba. Al Bolígrafo espacial también se le denomina Fischer Space Pen o Zero Gravity Pen, y es comercializado por la Fisher Space Pen Company. Pero… cómo se originó todo. Veamos…
En la Segunda Guerra Mundial, Paul C. Fisher se desempeñó laboralmente en la fabrica para hélices de aviones. Específicamente, Fisher creaba rodamientos de bolas. Luego de terminada esta etapa, entró a trabajar a una empresa que fabricaba plumas, y fue aquí que le floreció todo el ingenio inventor. Después logró crear su empresa de plumas.
La verdad es que cuando Fisher tuvo la idea visionaria de crear el bolígrafo que podía usarse en gravedad cero, nunca pensó en enviarlo al espacio. El único fin de su invención, era crear un bolígrafo donde la tinta no goteara. Y sí, tuvo que invertir mucho tiempo y mucho dinero, hasta el millón de dólares, para poder ver nacer su primer bolígrafo antigravedad, conocido como el AG7 “Anti-Gravity”. Este diseño fue patentado en el año 1966.
Pero, aquí dejamos en claro, que la gran cifra de dólares que nombra la leyenda no fue invertida por la NASA. Fue el propio Fisher que deseó invertir tan alta cifra en su propio invento.
Conozcamos al Bolígrafo Espacial
El famoso bolígrafo espacial, presenta características únicas que le otorgan capacidades invaluables a la hora de trabajar bajo ciertas condiciones especiales.
Una de las principales características, es que el depósito de la tinta se encontraba presurizada, obligándola a fluir. Esta es la causa del por qué el bolígrafo no requería la fuerza de gravedad al escribir con él en cualquier posición. También le otorgaba la capacidad a la tinta, de no secarse ni derramarse.
Otra de las geniales características del bolígrafo es que podía trabajar en un amplio rango de la temperatura. Con él se podía escribir bajo una temperatura entre los 120 °C y los -35 °C.
El «Space Pen» tiene como punta una bola de carburo de tungsteno, que se acopla a la perfección impidiendo cualquier fuga. En el depósito de la tinta, existe un flotador deslizante que separa el gas de la tinta, evitando que estos componentes se unan y que se creen burbujas que pudiesen impedir la escritura con el bolígrafo. El gas utilizado es el nitrogeno.
La tinta que utiliza el Bolígrafo espacial no se queda atrás. Es realmente una tinta única, mostrando un comportamiento tixotrópico. Pues, al estar en reposo aumenta su viscosidad, mientras que al agitarse disminuye la viscosidad, tornándose más líquida. Es un comportamiento característico de los líquidos no Newtoniano, como el de las arenas movedizas o el propio Ketchup. Sin duda alguna, esta propiedad de la tinta, evita fugas. Además, que el depósito se encuentra herméticamente sellado.
Proyectos de la NASA
De forma simultánea, la NASA trataba de desarrollar un lápiz que pudiese utilizarse en el espacio. En esta búsqueda, llegaron a encargar en Houston a Tycam Engineering Manufacturing Inc. hasta 34 portaminas por el coste de 128,89 dólares. Su objetivo eran ser utilizados dentro del Proyecto Gemini. Pero, surgieron algunos problemas, ya que al romperse la punta del portaminas, los fragmentos de grafito quedaban volando por doquier. Algo que resultaba de extrema peligrosidad, pues, recordemos que el grafito es un material que conduce electricidad y podía provocar cualquier cortocircuito dentro de la nave espacial.
Viendo el requerimiento de la NASA, Fisher les ofreció el bolígrafo creado por él. Y luego de un periodo de dos años de profundas pruebas, la NASA y Fisher cerraron el contrato por un total 2.400 dólares, muy lejano del millón de dólares. La compra consistió en 400 bolígrafos, por un coste de 6 dólares cada uno. Estos bolígrafos se utilizarían en el viaje de Apollo 7.
El bolígrafo creado por Fisher, se llegó a apodar el bolígrafo de la NASA, debido a su uso continuo por parte de esta agencia de Estados Unidos.
La Unión Soviética también compró el bolígrafo de Fisher
Muy contrariamente a lo que pretende afirmar la leyenda, la agencia espacial de la Unión Soviética también compraron el Space Pen de Fisher. Originalmente estos cosmonautas utilizaban un lápiz de grasa, sin grafito, llamados marcadores chinos. Así evitaban un accidente de naturaleza eléctrica. Pues, en el año 1969, decidieron firmar contrato con Fisher y le compraron 100 bolígrafos espaciales, más unos 1000 cambios de tinta. Pero esto se omite en la leyenda.
El Bolígrafo Espacial. Un legado de Fisher
A medida que pasó el tiempo, la empresa de Fisher, la Fisher Space Pen Co. llegó a crecer y expandirse.Tenían su sedeen California, y en el año 1976 emigraron a Boulder City en Nevada, a una edificación de mayores dimensiones.
En el 1980, Paul Fisher fue galardonado como la «persona del Año de la Pequeña Empresa», distinción otorgada por el Estado de Nevada. Luego en el 1996, la Good Morning America, seleccionó a Fisher Space Pen como el bolígrafo que mejor rellenaba los calcetines en Navidad, haciendo alusión a que su bolígrafo fue el regalo más popular en la época decembrina.
En el 1997, el Fisher Space Pen fue utilizado en la expidición realizada al Everest North Face.
Algunos fabricantes de bolígrafos, empezaron a incluir algunas características del Fisher Space Pen. Por ejemplo, Schmidt, empresa que fabrica recambios, empezó a comercializar recambios presurizados y los llamó Magaline. Parker, por su parte, tambipen comercializa recambios presurizados, aunque con otra tinta, muy diferente a la usada por Space Pen.
Actualmente
El bolígrafo de Fisher, el Fisher Space Pen, actualmente presenta dos modelos. Uno es el Astronaut pen «AG7», con un cuerpo esbelto, delgado y alargado, y presenta un sistema retráctil semejante al del tradicional bolígrafo. El otro modelo es el Bullet pen, o el bolígrafo bala. Posee un cuerpo de menor longitud cuando se encuentra cerrado, pero no posee sistema retráctil. Y al utilizarlo, cuando el capuchón lo colocamos en su extremo superior, su longitud crece, volviéndose estándar su longitud. Tienen la increíble garantía de poder utilizarlos durante 100 años.