El sacapuntas: Instrumento esencial en el uso del lápiz

El sacapuntas: Instrumento esencial en el uso del lápiz

Cuando escribimos con lápiz de grafito, cada trazo sobre el papel va desgastando su mina. Así llega un momento en la escritura, donde despuntamos al lápiz, dejando este de escribir. Pues, como sabemos, el lápiz es un instrumento que debe mantenerse con punta en su mina, para poder utilizarse. Además, la punta debe encontrase sin la cubierta hecha de madera.

Aquí es donde surge el sacapuntas como instrumento esencial para el uso del lápiz en nuestra escritura. Es que, el sacapuntas se utiliza como herramienta para afilarle la punta a cada lápiz que utilizamos. De aquí se derivan sus diversos nombres, dependiendo de las zonas o país en el que nos encontremos. Además de sacapuntas, suele llamársele afilador, taja lápiz, tajador, maquinilla o afilalápices.

Pero, indaguemos un poco sobre su origen, y su evolución en el tiempo. Acompáñanos.

«Llegado el año 1828, Bernard Lassimonne, un matemático de Francia, realizó el primer registro de una patente de sacapuntas. Allí se describía el invento que constaba de diminutas limas de metal, dispuestas en 90° dentro del bloque de madera.»

¿Cómo se originó el Sacapuntas?

Inicialmente, antes que se inventara el sacapuntas, los lápices se afilaban con cuchillos muy pequeños y hasta con el papel de lija. Lápices planos, como los de carpintero, se filaban mediante navaja o cuchillo. Aunque esta práctica se sigue realizando actualmente en los lápices planos. Puesto que, resulta imposible afilarlos mediante el movimiento de rotación en el que se basa el sacapuntas.

Invención

El primer sacapuntas nació en Francia, inventado por la empresa Boucher C.A. En ese entonces, Boucher trabajaba con los pantógrafos, cierta clase de regla articulada. Por lo que siempre debía mantener el lápiz con su punta afilada, y así ejecutar trazos precisos.  En el 1822, un libro detalló su invento para fabricar el sacapuntas. Describía un procedimiento realmente funcional, pero, Boucher nunca registró dicha patente.

Evolución del Sacapuntas

Llegado el año 1828, Bernard Lassimonne, un matemático de Francia, realizó el primer registro de una patente de sacapuntas. Allí se describía el invento que constaba de diminutas limas de metal, dispuestas en 90° dentro del bloque de madera. Este mecanismo mediante la fricción, lograba afilar la punta que necesitaba el lápiz. Pero, francamente, era un sistema muy aparatoso y pesado. Era muy complejo para fabricarlo. Y seguía siendo más rápido, afilar manualmente la punta al lápiz mediante la navaja.

Este primer diseño de sacapuntas fue mejorado por el francés Thierry des Estivaux. Y su intervención consiguió que los sacapuntas se volvieran populares.  Su diseño mejorado es, básicamente, el que continuamos utilizando en la actualidad. Y consistió en la inclusión de una cuchilla en la abertura longitudinal que presenta el orificio en forma de cono. En este orificio se introducía el lápiz y cuando se giraba, la cuchilla lograba cortar una porción de la cobertura de la madera. Saliendo como viruta por la abertura longitudinal.

La mejora realiza por Thierry fue muy importante. Aunque, en el año 1851 este modelo de sacapuntas fue rediseñado por el estadounidense Walter K. Foster para fabricarlo fácilmente en serie.

De igual forma, todos los modelos que habían sido inventados o rediseñados hasta ese momento, poseían una gran desventaja. Todos requerían que su usuario lograra mantener firme y derecho el sacapuntas, mientras hacía al lápiz rotar. También, al contrario, se debía mantener el lápiz firme para hacer rotar el sacapuntas. Pero, este procedimiento indispensable en su uso, provocaba recurrentes puntas rotas. Fue un problema que muchos de la época intentaron resolver, pero no tuvieron éxito.

Hasta que, en el 1896, la A.B. Dick Company inventó el Planetary Pencil Pointer. Poseía dos pequeños discos de fresado, los cuales giraban en sus propios ejes, y a la vez sobre la punta del lápiz. Era un mecanismo encapsulado y le proporcionaba sostén al lápiz al girar la manivela del sacapuntas.

Con el tiempo, el sacapuntas siguió su evolución. Y en el año 1904, la empresa Olcott Climax realizó una mejora en el diseño existente del afilalápiz. Reemplazó los dos discos de fresado con la inclusión de cabezales cilíndricos de corte, que poseían el filo en forma espiral sobre la superficie.

Luego, en el 1910 surgieron los primeros filalápices eléctricos. Aunque, realmente, su disponibilidad en el mercado se dio en el año 1940. Luego de todo esto, las mejoras en el diseño del sacapuntas han sido pocas. Pudiendo solo contarse los cambios en el material con el que se diseñan o fabrican estas útiles herramientas.  

Diversas clases de sacapuntas o afilalápices

Actualmente, son múltiples los tipos de afilalápices disponibles en el mercado. Pudiendo clasificarse según el uso en diferentes ámbitos de trabajo. A continuación, te presentamos los principales tipos de afilalápices.

Sacapuntas de Manivela

Son los sacapuntas de sistema mecánico que se operan haciendo girar una manivela. Son pocos los modelos de manivela que podemos encontrar en la actualidad. Aunque, fue un diseño muy común en el siglo XX. Poseen una estructura robusta y de gran durabilidad, lo que ha incidido en que se conviertan en verdaderos objetos de colección.

Para usarlos, como eran de gran peso y volumen, era normal fijarlos a los escritorios o mesas. Así se conseguían frecuentemente en las escuelas, bibliotecas o en las oficinas. El resultado que se obtenía con estos sacapuntas era de mejor calidad que el proporcionado con los sacapuntas portátiles. Ofrecían una punta lisa y muy uniforme al lápiz.

Sacapuntas escolares

Son los sacapuntas que pueden utilizar los niños, siendo los más frecuentes que consigamos. Su funcionamiento se basa igualmente en el orificio en forma cónica y la cuchilla. Normalmente poseen diseño externo en forma de prisma o caja, y se fabrican tanto en metal o en plástico. Muchos de estos tipos de sacapuntas vienen con depósito o contenedor de las virutas que produce el afilado del lápiz.

Para lograr un complemento ideal para el lápiz, existen sacapuntas escolares que incluyen en su diseño una goma de borrar.

Sacapuntas eléctricos

Estos sacacapuntas vienen equipados con un motor eléctrico. Y se pueden utilizar, ya sea conectándolo al tomacorriente o utilizando pilas. Su funcionamiento se basa en hacer rotar de forma automática unas especies de manivela.

Poseen un mecanismo automático que se activa cuando introducimos el lápiz, y con él presionamos ligeramente. Existen modelos que permiten controlar la velocidad de la rotación dependiendo de la fuerza que ejerzamos. Es, realmente, muy cómodo y rápido.

Sacapuntas de Horquilla

Son sacapuntas que constan de un mango con forma de herradura y una cuchilla. Por ello también se les denomina sacapuntas de herradura. Su uso era más preciso y fácil que utilizar el cuchillo para afilar la punta. Fueron muy populares, pero dejaron de utilizarse al finalizar el siglo XX, porque dejaban muescas en el lápiz y su cuchilla quedaba totalmente descubierta.

Sacapuntas especiales

Están diseñados para lápices con diseños especiales. Por ejemplo, para lápices con sección triangular, para lápices de mayor grosor o lápices planos como los de carpintero.

Yolena