Paso a paso: Cómo limpiar una pluma estilográfica

Cuando utilizamos nuestras plumas estilográficas, estamos constantemente manchándolas de tinta. Esta tinta puede llegar a solidificarse en ellas, causando problemas de fluidez en la escritura. Por esto siempre es necesario realizarles una profunda limpieza y así mantenerlas en excelente estado. Y si poseemos una amplia colección de estilográficas, más aún, porque muchas estarán almacenadas, y antes de ello debemos limpiarlas.

Debido a la gran importancia de realizar el mantenimiento a nuestras plumas estilográficas, hemos decidido mostrarte el paso a paso de cómo hacer su limpieza. Compartiremos y explicaremos el proceso básico para que tu estilográfica termine completamente limpia. Así la encontrarás como nueva, cuando desees utilizarla otra vez.

«… siempre es necesario realizarles una profunda limpieza y así mantenerlas en excelente estado.»

Por supuesto, el tiempo que necesitaremos para lograr que nuestra estilográfica acabe totalmente limpia, siempre dependerá de diversos elementos. Entre los principales factores se encuentra el tiempo que hemos utilizado la pluma, la cantidad de tinta que esté retenida y hasta el sistema de carga que presenten. Así que debemos tener paciencia, pues, la limpieza puede durar apenas dos horas como varios días.

Pero sin más, vayamos a conocer los pasos básicos para la limpieza de nuestras plumas estilográficas. Y lo hemos preparado según los tipos de sistema de carga ¡No te lo pierdas!

Materiales necesarios para limpiar tu pluma estilográfica

Antes de iniciar la limpieza de nuestra estilográfica, debemos tener a la mano los siguientes materiales y utensilios:

• 1 Vaso. De preferencia que sea desechable
• 1 Paño que sea de micro fibra
• Papel absorbente
• Agua templada. No se debe usar agua muy fría ni muy caliente porque puede dañar los materiales de la estilográfica.
• Bastoncillo de algodón.

Cómo limpiar las plumas estilográficas de cartucho

Estas son las plumas que tiene el proceso de limpieza más fácil. Así que cuando se nos termine el cartucho o simplemente deseemos reemplazarlo seguimos los siguientes pasos:

• Desmontar la estilográfica.
• Llenar el vaso con agua y proceder a introducir el área del plumín y la parte de agarre. Y este paso puede llevar desde algunas horas hasta días. Todo dependerá los factores que ya hemos mencionado.
• El cuerpo de la pluma se pude mojar con agua muy ligeramente. Luego introduciremos el bastoncillo en el interior y así nos cercioraremos que esté totalmente limpio.
• Al terminar, sacamos el plumín del agua y procedemos a secarlo con papel absorbente. No te olvides de secarlo bien.
• Para finalizar, debemos repasar la estilográfica con nuestro paño con micro fibra.

Pasos para limpiar las plumas estilográficas de émbolo

Para la limpieza de este tipo de estilográficas, debemos estar seguros que no haya quedado tinta en ella. Y si aún contiene tinta, debemos vaciar el émbolo.

• Con la pluma totalmente descargada, pasamos a introducirla en un vaso con agua. Procediendo inmediatamente a cargar y descargar el émbolo con el agua. De esta forma eliminaremos cualquier posible residuo de la tinta.
• Ya limpia, procedemos a utilizar otro vaso con agua completamente limpia, en el cual dejaremos sumergida nuestra pluma estilográfica. Y de esta manera la dejamos reposar manteniendo abierto el émbolo. Debemos tener en cuenta que el lograr que la estilográfica quede limpia completamente, puede llevarnos unas horas o algunos días.
• Luego que finalmente consigamos que la estilográfica esté limpia, procederemos a sacarla del agua. Y la secamos muy bien con el papel absorbente.

Proceso para limpiar las plumas estilográficas de convertidor

Para limpiar este tipo de pluma estilográfica, debemos utilizar una combinación de los procesos que explicamos anteriormente.

• El primer paso es desmontar la estilográfica y sumergir la parte de agarre con su plumín dentro del vaso con agua.

• Al lograr que el convertidor se descargue totalmente, tenemos que cargar y descargar  de forma repetitiva con agua limpia.
• Al observar que se encuentre realmente limpio, procedemos a sumergirlos en un nuevo vaso con agua. Y allí sumergidos, tanto el convertidor como el plumín, los dejaremos el tiempo que sea necesario.

• Al culminar este lapso, los sacaremos y secaremos con el papel absorbente. Para luego devolverle el brillo con el paño de microfibra.